Historia de nuestra Alfarería

La alfarería supone la principal actividad "industrial" realizada en el municipio de forma tradicional. Asociada a ella surge de forma complementaria la arriería, con importancia suficiente para que, entre las dos, llevasen en ocasiones casi al abandono de la agricultura que tampoco es suficientemente productiva en los terrenos, en general poco propicios, del municipio.

Las primeras noticias sobre su existencia se producen en la Edad Media ya que figura, en 1547, que en Muelas del Pan se están haciendo los barreños para la reina Juana la Loca. También existe un documento de 1571 en el que el oficio de ollero aparece en Muelas como "principal", en un censo del vecindario encargado por Felipe II.

Gonzalo de Correas, en 1627, en su Vocabulario de Refranes y frases proverbiales, nos dice: "buen barro ai en Muelas, bueno lo ai en Periuela".

En el siglo XVIII el Marqués de la ensenada apunta en su catastro: "de esta tierra yerma suele haber y encontrar algunas barreras donde los vecinos sacan con sólo su trabajo el barro para fabricar las ollas sin que por estos paguen a el conzejo ni a particular alguno cosa ninguna, pues por costumbre sacan los yndividuos la que necesitan para dicha fábrica".

En el siglo XIX aún se mantiene la alfarería como actividad principal, D. Pascual Madoz, en su conocido diccionario, dentro del apartado de Comercio e Industria habla de: "construcción de vasijas de barro".

El barro de Muelas fue trabajado por hombres y mujeres, aunque casi siempre se ha adscrito a la tradición femenina por los estudiosos del tema. El tipo de torno en el que se "llabran" las "formas" es un torno bajo, en el que hay que trabajar de rodillas, y que no posee ningún sistema mecánico de tracción, sino que es la propia persona que está trabajando la que ha de darle vueltas con la mano. Algunos de ellos tienen un pequeño agujero para dar a la rueda más impulso con un dedo.

Las partes de que se compone la rueda son: el tablero o rueda propiamente dicha, el "huso", alrededor del cual gira el "aspa", y debajo, la piedra que confiere estabilidad.

La pieza fundamental de los alfares de Muelas era la "olla", hasta el punto que los alfareros se llamaban a sí mismos "olleros". El Diccionario de Autoridades publicado en 1737, la definía como: "vasija redonda, hecha regularmente de barro. Por abaxo es angosta y sube en proporción formando una barriga ancha, y estrechándose algo al formar el cuello, dexa grande la boca y se le pone su asa para manejarla. Sirve para cocer y sazonar alguna cosa".

Desparece el alfar en la década de los treinta del pasado siglo, como consecuencia de la construcción del Salto del Esla. A los alfareros les resultaba más productivo trabajar en las obras del Salto, o arrendar las habitaciones sobrantes de sus viviendas a otros obreros, que ejercer el duro oficio del barro. El abandono se produjo en masa pues se trataba de un oficio muy humilde. Se decía que "todas las pobres eran cacharreras".

Curso de alfarería

Fecha: aún por determinar

Aprende las técnicas básicas en la creación de alfarería. Organizado por el Museo MAAM, el Ayuntamiento de Muelas del Pan.